Combatiendo la Sobrepesca con Algas
Un treinta por ciento de las poblaciones globales de peces se consideran sobrepescadas. Una de las razones principales es que una gran parte de la captura se destina al procesamiento de alimentos para la acuicultura.
Cada año, se extraen del mar 16 mil millones de kilogramos de anchoas y otros peces pequeños. No obstante, estos no llegan a nuestras mesas, sino que se transforman en aceite de pescado y harina de pescado. El aceite de pescado es fundamental, sobre todo, en la cría de salmones.
Los componentes vitales en el aceite de pescado para la cría de salmones son el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico), ambos ácidos grasos omega-3 esenciales para estos peces. Sorprendentemente, los omega-3 tienen su origen en las microalgas marinas, que son la fuente original de este nutriente. Los microorganismos, como el krill, se alimentan de estas microalgas y, a su vez, son consumidos por los peces, lo que finalmente lleva al EPA y al DHA a formar parte del aceite de pescado.
Sin embargo, el proceso de obtención de omega-3 a través de los peces plantea desafíos medioambientales debido a la sobrepesca y la pesca de peces pequeños que desempeñan un papel crucial en la cadena alimentaria marina.
Es aquí donde las microalgas se presentan como una alternativa más sostenible. Las microalgas son la fuente original de los omega-3 y se pueden cultivar de manera ecológica. Al obtener directamente el EPA y el DHA de las microalgas, se eliminan los pasos intermedios que involucran al krill y los peces, lo que reduce la presión sobre los ecosistemas marinos y ayuda a proteger la biodiversidad.
Los omega-3, ya sean de origen marino o vegetal, tienen importantes beneficios para la salud humana. Se ha demostrado que mejoran la salud cardiovascular, reducen la inflamación, y tienen efectos positivos en la función cerebral y el bienestar general. Al optar por fuentes sostenibles de omega-3, como las microalgas, no solo cuidamos nuestro planeta, sino que también promovemos una vida más saludable.
En resumen, la lucha contra la sobrepesca y la búsqueda de alternativas sostenibles nos llevan a las microalgas como una fuente original y ecológica de omega-3. Al hacerlo, estamos contribuyendo a la salud de nuestro planeta y al bienestar de quienes lo habitamos.
¡Descubre el increíble poder de las microalgas para un futuro más saludable y sostenible!
Fuente: Evonik