Todo lo que debes saber antes de empezar a tomar espirulina
Espirulina es una palabra que ha entrado hace relativamente poco en nuestras vidas. Y no ha tardado en hacer fortuna entre quienes están dispuestos a adoptar cualquier nueva moda en el terreno de la alimentación.
Se trata de una microalga, aunque se define científicamente como una cianobacteria o microbio unicelular. Se distingue por su color verde azulado, que tiñe cualquier cosa que se elabore de ella. La única forma en que se presenta es en píldoras o polvo y se utiliza como colorante alimentario natural para teñir chuches y otros dulces, o para dar un color original a otros tipos de comidas.
Durante siglos, ha formado parte de la alimentación de países africanos, y en México se consume desde los tiempos de los aztecas. Aunque en el mundo occidental se conoce desde hace bastante menos, concretamente empezó a hablarse de la espirulina cuando la NASA se propuso incluirla en la dieta de los astronautas.
La espirulina se distingue por su color verde azulado, que tiñe cualquier cosa que se elabore de ella
El porqué es comprensible, ya que se considera que es el alimento más nutritivo que existe en el planeta Tierra. Ningún otro, comparando igual cantidad, alcanza la variedad y calidad de sus nutrientes. Y sin apenas grasa.
Una cucharada de espirulina deshidratada tiene 4 gramos de proteínas, lo que significa un 60% sobre su peso; un 11% de vitamina B1, un 15% de B2, un 4% de B3, un 21% de cobre y un 11% de hierro. Además de cantidades considerables de magnesio, potasio y manganeso, vitamina E, betacarotenos, y otras cantidades más pequeñas de prácticamente todos los nutrientes necesarios para vivir.
Esa misma cucharada aporta sólo 20 calorías; 1,7 gramos de hidratos digeribles y alrededor de un gramo de grasa, incluidos los ácidos grasos omega-3 y 6.
Espirulina en dos formatos, polvo y pastillas (
La ciencia no lo corrobora, porque todavía no existen suficientes estudios sobre sus propiedades terapéuticas y los resultados de algunas de esas investigaciones no son en absoluto definitivos.
Entre la larga lista de propiedades se cuenta que hace disminuir el colesterol, es eficaz para aliviar el síndrome premenstrual, la depresión, ansiedad, estrés, etc. Es preventivo, dicen, del cáncer, beneficioso contra la diabetes y alivia problemas relacionados con la tensión alta y el corazón.
Sus antioxidantes combaten desde el colesterol a la diabetes
El problema es que, al no tratarse de medicamentos, no pasan los controles necesarios a que se someten estos y lo cierto es que se han encontrado lotes de espirulina contaminada con microcistinos en diversos países.
El alga fortalece el sistema inmunológico reforzando unas células llamadas NK (por "natural killers", es decir, asesinos naturales, en inglés), que atacan cuando perciben posibles amenazas a nivel celular.
Estudios con humanos y con animales muestran que este efecto retardaría el crecimiento de tumores, mejoraría la resistencia a las enfermedades y disminuiría inflamaciones. Pero representa un riesgo para personas con dolencias autoinmunes, porque el alga no haría más que estimularlas. En ese caso, los suplementos de espirulina afectarían a la piel y la musculatura, aunque se considera poco probable.
Esta alga resulta fácil de cultivar, porque crece muy rápidamente y en entornos de lo más inhóspitos
Otro de los efectos del alga es que es anticoagulante, lo que significa que hace que la sangre sea más líquida y dificulta la coagulación. Por ese mismo motivo está desaconsejada para quienes sufren problemas con ese mecanismo, porque tendría el efecto contrario al deseado.
La alergia es un motivo para evitar la espirulina. Se ha comprobado que los alérgicos a cualquier producto son más susceptibles de tenerla a esta cianobacteria. Si al tomarla se sufre dolores de cabeza, náuseas, insomnio y otros síntomas molestos, es preferible dejarla.
Y siempre es recomendable consultar a algún especialista, por si resulta incompatible con alguna condición de la salud que pueda verse empeorada.
Un alimento con mucho futuro
Uno de los campos científicos más interesado en la espirulina es el de la alimentación, ya que se considera una buena alternativa de futuro.
Además de tener esa enorme capacidad nutritiva, resulta fácil de cultivar, porque crece muy rápidamente y en entornos de lo más inhóspitos. Su cultivo no requiere grandes medios ni inversiones excesivas y se considera uno de los alimentos capaces de solucionar el problema de la alimentación en el mundo a largo plazo.
Fuente: Aurora Segura (La Vanguardia)